El blog de Luisa Tomás

El blog de Luisa Tomás

jueves, 31 de diciembre de 2009

El caricaturista


Luis tenía un don: leía el alma de las personas al mirarlas, y después las dibujaba. Luis veía a alguien, rápidamente adivinaba las características principales de su personalidad y, basándose en ellas y en sus rasgos físicos, hacía unas preciosas caricaturas con las que se ganaba la vida en la Plaza Mayor. Luis nunca había trabajado en una oficina ni había tenido jefes. Se fue de casa con 18 años y había errado por todo el mundo. Ahora, con 42, había “medio” sentado cabeza en Madrid, donde vivía con Ana. El día que ella llegó a su vida, llovía como si el mundo fuera a acabarse. Él estaba refugiado en un soportal, fumando un cigarro y “agarrado” a un vaso de café con leche. La vio cruzar la plaza corriendo, sin paraguas, empapada bajo la lluvia, con el aire jugando con la gabardina y su pelo a su antojo, luchando contra los elementos y sus tacones... hasa que se cayó. Él, un caballero, fue a socorrerla y le ofreció refugio y café, algo que ella rechazó con una sonrisa y con los ojos bajos, mirando al suelo, avergonzada, algo abochorada. A él le encantó su timidez. Y supo que era una mujer cándida, dulce, buena. Y se enamoró. Volvió a ofrecerle café y su taburete para que descansara y se repusiera y, ante la insisitencia, ella no supo decir no. Mientras compartía la primera charla de su vida con ella, esbozó en su lámina su bella sonrisa, el brillo de sus dientes, el arco perfecto de sus cejas, el rubor de sus mejillas, la claridad de su mirada... Luis supo que Ana era una mujer sin dobleces. Unos minutos después, cuando la lluvia hubo amainado, la joven explicó que debía marcharse. Él enrolló la lámina, se la regaló y le dijo que la abriera cuando estuviera en casa. Pero ella no se resistió y, al doblar la esquina, la abrió. Quedó fascinada. Nunca nadie jamás la había dibujado tan bien. Le encantaba. La enmarcaría. Pero si el dibujo le sorprendió, aún más lo hizo la leyenda que había junto a la firma: “Si quieres pasar el resto de tu vida conmigo, ya sabes dónde encontrarme”.
Y así empezó todo. Ahora, tres años después, son una pareja feliz. Él sigue dibujando en la calle y ella continúa en la agencia de publicidad. Tienen una vida tranquila. Pero alguien vino a enturbiar tanta armonía.
Era una mañana de primavera. Luis puso su caballete, como cada día, y esperó a  sus clientes. La primera, una divertidísima turista alemana, bonachona y regordeta que Luis pintó encantado,  de buen humor. El segundo, un ejecutivo agobiado que se había tomado la mañana de asueto. Estaba semideprimido y a punto de divorciarse. En fin... una caricatura de las grises. Luego llegó un hombre con halo misterioso, tocado con un sombrero, al que Luis se sentía incapaz de dibujar. Rompía una lámina detrás de otra mientras el hombre permanecía impasible, sin hablar. Agotada su paciencia, Luis le pidió que se marchara. El hombre se levantó y le dijo: “No he venido a que me pintes a mí, he venido a encargarte tu autorretrato. En una semana vendré a por él. Te pagaré tanto que ni te lo imaginas”. Y se marchó.
Luis se quedó asombrado y se propuso olvidarlo, pero no podía. Aquello le quitaba el sueño. En vano, intentó decenas de veces autodibujarse, pero no logró nada. Una semana después, tal como había dicho, el hombre llegó a recoger su encargo. Se encontró el puesto de Luis vacío. En su caballete, una lámina en blanco firmada por él y con una frase: “No me conozco”. Jamás nadie, ni siquera Ana, volvió a saber de Luis. Su paradero aún es un misterio.

4 comentarios:

  1. Interesante relato. Me ha gustado.

    Hoy he echado un vistazo al resto de las entradas del blog y coincidimos en True Blood y en Mad Men. No puedo esperar más a que lleguen las nuevas temporadas :-S!

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  2. Muy bueno.
    ¿Es una historia real?

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  3. Hola, Te de llimona, siento el retraso. He estado en un lugar recóndito donde ADSL son sólo cuatro letras. Pero aquí estoy, de vuelta a la civilización. Me encanta TRue Blood, sí. Y Mad Men también.Por cierto, la tercera temporada en DVD de Mad Men sale en marzo. Ya estoy deseando. Un abrazo y eres más que bienvenida.

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  4. Hola de nuevo, Xavitron, qué placer recuperar la comunicación... Es todo lo real que quieras que sea. Es uno de los tantos relatos que me invento. Tengo muchísimos escritos. Iré colgando más. Abrazos

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