El blog de Luisa Tomás

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lunes, 23 de noviembre de 2009

Luna nueva: para los que no se permiten el placer de divertirse


Comparar "Crepúsculo" con el "Drácula" de Coppola es como comparar la langosta con una hamburguesa. Sin duda, me quedo con la langosta, pero ése es un menú que se da de uvas a uvas –Nochevieja–, por lo cual uno tiene que permitirse disfrutar de la hamburguesa, consciente de lo siguiente: si come muchas, explota. Si come una de vez en cuando, apetece. Eso es "Luna Nueva", una hamburguesa para pasárselo bien, mancharse los dedos y embadurnarla de ketchup sin pensar un momento en que engorda o que es grasaza. Da igual. O la disfrutas o no te la comas. Resumiendo: no me cae bien la gente que compara "Crepúsculo" con los grandes títulos del cine, ni siquiera con la serie "True Blood" sólo porque en ambos casos hay vampiros, son cosas distinas. Es un producto bien pensado, con todos los trucos que aseguran el éxito: amor tierno, dulce y bello; jóvenes que están como quesos –la peli podría llamarse "Oda al tío bueno"  y tendría el mismo público, me temo–; algo de acción, dos chistes fáciles y algún guiño a los verdaderos devotos del vampirismo, los que vamos a verla porque hay vampiros sea una historia para adolescentes o para jubilados (me encanta esa frase en boca de Edward: "Da igual, total, voy a ir al infierno"). No hay más ni hay que buscarlo (sí, tampoco sexo, es que si lo hubiera los papás no dejarían ir a los jovenzuelos a verla, y eso perjudicaría a la taquilla e iría en detrimento de la tercera entrega).
Esta mañana ya he padecido la charla pretendidamente intelectual de quienes se creen en un estadio mental superior por aborrecer estos productos que arrasan a lo largo y ancho de las salas de cine de medio mundo, y creo que su problema es que no saben divertirse. Van al cine con su falsa pátina de semiintelectualoide de suplemento de periódico y se viven auténticos por aborrecer lo que miles de adolescentes del mundo adoran (¿quién es más ingenuo?). Mi consejo: quitaos años y prejuicios de encima e id a verla con la única intención de entreteneros. Saldréis del cine con la sonrisa puesta, reíd de los disparates, de la exhibición muscular y llorad por Bella y Edward, adolescentes o no, sufren por amor, que al fin y la cabo dicen que mueve el mundo: hasta el de los muertos.

4 comentarios:

  1. Hola! muy de acuerdo con tu entrada... ni es ni pretende ser la mejor pelicula de la historia, y siento cierta pena (o ternura) por aquellos que "se creen en un estadio mental superior por aborrecer estos productos que arrasan..." son casi tan inocentes como el amor vampirico de esta pelicula... aunque el langotino esta bien, me quedo por ahora con la hamburguesa. Saludos!

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  2. Disfruta de tu hamburguesa, JoramLMP. Que aproveche.
    Luisa Tomás

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  3. hola Luisa Tomás. Aunque con un poquito de retraso he leido tu comentario y no he podido dejar de contestarte. Me parece la crítica más acertada que he leído en mucho tiempo. Yo que ya no estoy en edad adolescente, aunque mentalmente quizás sí, disfruto de lo lindo con esta saga y sus amores que me tienen loca. Y es que a ver quien no quiere que un chico guapisisisisimo le muerda el cuello, le de la inmortalidad, la pasee en su Volvo y la mantenga de por vida. Asi que aunque a una le gusta mucho el marisquito, que viva la hamburguesa aunque engorde, que para comernos la cabeza ya está la vida y yo prefiero pensar en lo que sufre la pobre Bella y como la quiere su Edwuard (que pena no es mío) que en quem todas las mañanas me tengo que levantar para ir a trabajar. Y esto lo digo y eso que soy de suplemento de periodico sesudo que si no......... Saludos

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  4. VAya, VikBek, me alegra mucho que te haya gustado mi crítica, y que disfrutes con la saga, claro, para esto está.
    Tus palabras son bienvenidas.

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