El blog de Luisa Tomás

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jueves, 7 de enero de 2010

Encantada con "The Wire"


Admiro a Moltisanti y su Carrusel de Series. Y, sobre todo, envidio (insanamente, no hay envidia sana, lo dice la etimología del verbo –"invidere", que significa mirar mal–) su dedicación al blog y a las series. Me he tirado una semana en un lugar de cuyo nombre no puedo olvidarme –sobre todo porque allí viven personas muy queridas, sangre de mi sangre (mejor dicho, soy sangre de su sangre)– pero donde Internet es sólo un nombre, que casi nadie pronuncia, y ver series es una misión imposible en una casa llena de sobrinos, de comidas con sobremesas de horas y, en algunas fechas, como éstas que acabamos de pasar, superpoblada (afortunadamente, no sé qué sería de mi vida sin esas personas que han hecho que en mis últimas vacaciones no haya tenido un momento de paz...), pero ya está aquí la rutina.  Y con ella, el propósito de no abandonar el blog ni llenarlo sólo con relatillos y pajas mentales varias.
Al tema (con spoilers, of course). Vi la segunda de "The Wire" y los Reyes son tan generosos que me han echado la tercera y la cuarta... ¡Yujú! La tercera me la eché yo. La cuarta, mi querida hermanita. Y sí, me encantó la segunda de "The Wire". Más aún que la primera. Al igual que Moltisanti (al que cito como referente en esto de las series), no podría elegir entre "The Shield" y "The Wire". Me gustan mucho las dos. Pero "The Wire" tiene algo muy inteligente que me cuesta describir y que creo que radica en lo bien estructurado que está el guión. "The Shield" es trepidante, va tan rápida que a veces sientes auténticas taquicardias. En la cuarta, la quinta temporada, antes de la muerte de Lem, el infarto amenaza continuamente, se salvan siempre por los pelos... En la séptima, los minutos son vitales... "The Wire" no es así. Está cocida a fuego lento, y se nota. Además, tengo la sensación de que nada en "The Wire" es al azar. Que hay un excelente trabajo de reescritura. Cuando veía la primera temporada, el comportamiento de Di con el pobre Wallace... uno entiende que Di tiene corazón, que es víctima de lo que le ha tocado vivir (es lo que es pero no lo elige, como Tony no elige ser capo de la mafia, le viene dado y ahí entran interesantísimos conflictos psicológicos), luego entiende que no  "cante", su paso por la cárcel y hasta su muerte, dolorosa por otra parte. La muerte de Di, un camello, un trapichero que ha participado en crímenes, duele, porque antes vimos su lado bueno, su compasión, su debilidad (con Wallace)... La muerte de Di es dolorosa y no porque sea la muerte de un chaval joven, que también, sino porque es la muerte de un ser humano al que ya hemos conocido en los capítulos anteriores. Y en la segunda una entiende al tipo del sindicato de estibadores. Aunque actúe mal, lo hace por lealtad a los suyos. Es decir, "The Wire" plantea un todo. Un universo completo, con personajes completos y nada planos. Además, tiene anticipaciones, nada es porque sí. Hay un armazón, un esqueleto, bien planteado, que luego va sujetando carne de una forma natural, sin meter nada a la fuerza... Me gusta tanto... Otro día más, que esto se alarga y tengo que seguir currando.

4 comentarios:

  1. Encantado de verte tan encantada con The Wire. Ahora prepárate para la tercera porque simplemente, es muy grande. Cuando llegues al final del 3x11, solo podrás alabarla.

    Muchas gracias por la mención y esas palabritas que me animan aún más a seguir escribiendo sobre lo que más me gusta ;)

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  2. ¿Es mejor la tercera que la segunda? La segunda de The Wire es una de las temporadas más redondas que yo he visto jamás. EStá muy bien armada y muy bien rematada. Es sencillamente genial.
    Un placer citarte

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  3. Yo tb estoy disfrutando ahora de the wire (voy por el 4 de la 3), y aunq le cuesta arrancar las temporadas el señor McNulty me tiene ganada!

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  4. Marita, a mí McNulty me gusta como personaje. Pero el que me tiene ganadísima es Lester. Es genial

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