A mis 17 lectores: si no la has visto y tienes interés, pasa totalmente de leer esta entrada.
La peli está bien. Empieza bien y sigue bien. Pero llega un momento en el que no se sostiene. Vamos a ver, el hombre es el animal con mayor capacidad de supervivencia. Y hace lo posible por sobrevivir. Correcto. Eso hace el protagonista. Se hace pasar por un preso para sobrevivir en la chunga situación de un motín carcelario, con un tío muy jodido de cabecilla (Malamadre, genial Luis Tosar) y con unos presos de ETA como rehenes. Bien, no me gustaría verme ahí. A él tampoco. Pero el tío tiene que buscarse la vida. Y toda la peli empieza a funcionar y estás con el corazón en un puño. Pero llega un momento, cuando aparece ese punto en el que se tiene que ir desencadenando el final, que la cosa no se sostiene. A ver: que el funcionario hijo de puta y maltratador sea el que apalea y mata a tu mujer embarazada en la carga policial a puertas de la cárcel (¿qué hace él ahí dando palos, como si fuera un antidistubios mosqueao, y dándole palos a una embarazada...? ¿y qué hace una embarazada metiéndose en ese mogollón cuando por teléfono le han dicho que su marido está bien –aunque no esté, pero ella no lo sabe...?), que de repente un tío normal, más bien pringaete, se convierta en líder en una galería de presos peligrosos amotinados y, lo que es aún mejor –peor–, tenga sangre fría para cortarle la oreja a un pavo y degollar a otro... Eso es forzar la maquinaria. Todo el mundo necesita una evolución. Uno no es un tío normal y a las dos horas le corta la oreja a un pavo (lo de degollar al otro puede tener más base –ha matado a su mujer, y curiosamente, fíjate tú, lo sabe porque a un preso de los más jodidos le pasan el vídeo por el móvil... –), supongo que para hacer eso tienes que tener un antecedente. Aquí, en la peli, intentan salvar eso con una frase: "Antes trabajé en un matadero, ahora trabajaré en una prisión... Amor, mereces algo mejor". Seguro que esa frase no estaba ni prevista –no sé, digo yo– y que después rodaron la escena y la metieron a cascoporro. Podían haberse esmerado y hacer una escena del tío abriendo un cerdo en canal o algo así, pero que ese tío, con esa barbita y su pinta de chico bien, se convierta en un criminal a sangre fría... No sé, no sé. Quiero pensar que no es tan fácil. Y tampoco creo que Malamadre, que es un chungo, se fíe de ese chavalito, que además le va quitando liderazgo, con esa facilidad. Ah, y que le quite el Walki y se meta a hablar tan pichi a la celda es un canteo.
Virtudes de la peli: básicamente Luis Tosar. Es un gran actor.
El blog de Luisa Tomás
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lunes, 11 de enero de 2010
"Celda 211", sí pero no
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Pues… a mi me gustó mucho, aunque ahora menos. Muchas gracias.
ResponderEliminarNo es mi intención que te guste menos. Sólo pienso que no es tan buena. Comparada con la mayoría de las películas hechas en España, una joya. Pero peca de inmadura. Las cosas no salen de un modo natural.
ResponderEliminarPero es una opinión. No soy crítica de cine. Sólo espectadora habitual.