El blog de Luisa Tomás
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miércoles, 10 de noviembre de 2010
Damon: sonrisa en pleno drama
Donde esté un buen drama que se quite la comedia. Mi vida doméstica está en crisis, pues uno de los mejores momentos del día consiste en ver un capítulo o dos de una serie compartida con mi sister. Y ahora andamos en dique seco. Yo tengo las mías que veo sola, a mi ritmo. Ella las suyas... pero ninguna en común. Bueno, sí. Estamos viendo "Cómo conocí a vuestra madre", que está bien, pero...
...pero ayer me dormí viéndola y no eran ni las once. Eso es inédito en mí. No me duermo a esa hora ni aunque me lo proponga, y menos viendo series. Pero las comedias me aburren. Está comprobado. Y ésta... tiene su gracia, es rollo Friends, pero me canso. No soy de risa floja. Soy más de sonrisa pícara y de humor negro.
"Cómo conocí a vuestra madre" tiene virtudes. Bueno, una virtud: Barney. El resto de los personajes no tienen demasiada gracia. ¿Por qué? Porque son unos cursis que se pasan el día hablando de amor, sobre todo el prota, Ted. ¡Ese tío es un histérico obsesionado con la pareja! Y luego dicen de las chicas... ¡Madre de Dios qué pesado! Y menos mal que ya ha roto con su novia pastelera –literal– porque fueron los capítulos más empalagosos de una comedia que yo he visto jamás.
Ted, Robin, Marshall y Lily tienen gracias aisladas. Barney las tiene todas. Insuficiente para una comedia de personajes que pretende serlo y durar mucho en el tiempo. No es "Friends", eso está claro, aunque también cuenta la vida de unos amigos pijos de Nueva York que se lo pasan de miedo, beben mucho, visten bien y etc., etc., etc. Ted, Robin, Marshall y Lily son sositos y sólo quieren amor. Barney es un promiscuo con una casa "espantachicas". No hay más. Sólo hace gracia Barney y algún que otro chiste aislado de los demás. No me basta. Y ayer la estaba viendo y no podía dejar de pensar en "The Vampire Diaries". Pensando que lo mejor de "Cómo conocí a vuestra madre" es una frase de Damon, el "vampiro malo" de "The Vampire Diaries". Ésta, hablando de su hermano, también vampiro: "Stefan quiere ahogar su instinto de vampiro, hacer una vida normal, ver todos los capítulos de "Cómo conocí a vuestra madre". Y lo dice con esa cara de mala leche... que no me queda más remedio que sonreír. Igual que he sonreído con esto que acabo de ver:
Damon: "Voy a ignorar a esa perra".
Stefan: "¿Crees que así reclamarás su atención? ¿Y qué harás cuando la tengas?".
Damon: "Una estaca, una guillotina... Algo poético".
Esa afirmación del "vampiro malo" + su cara de sarcasmo + su cara bonita + su vestimenta de rockero malote = sonrisa en un día que tampoco da para mucho más, al menos hasta que empiece el fútbol o me acueste a leer a Vargas Llosa.
Volver al curro después de un gran puente local se hace tan cuesta arriba como el final de "Roma" o el de la tercera de "True Blood". Pero dan las dos y la cosa cambia: no, no me voy a las dos. Pero de dos a tres se pira todo el mundo a comer y la redacción es mía, de seriesyonkis, de una ensalada en la mesa... ¡y de Damon Salvatore!
Sorpresa entre las sorpresas en una serie que prometía ser una tontada, Damon se erige en mi vida como el verdadero rey de la ironía y la mala leche. Y del sentido del humor. No hay nada como la risa en medio del drama. Es decir, nada mejor que ver una serie a la hora de la comida en medio de una tediosa jornada laboral.
Elena buscando a Stefan, toda cursi: "¿¡Stefan!?"
Damon (semidesnudo): "Mejor, yo".
Oh, my god. ¡Benditos sean algunos guionistas!
Y de regalo, un vídeo con las joyitas que Damon suelta por esa boquita de piñón. Que diga, de vampiro. ¡Si es que se merienda al insulso de Stefan!
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Al principio me encantó "Como conocí a vuestra madre", la recomendaba, aunque un amigo me dijo que le habían dicho que era demasiado romántica, y hasta me sorprendió, porque los capítulos que yo vi no eran así. Y entonces llegó ella. La pastelera de las pelotas. ¿Por qué no me avisaron? ¿Nadie pensó que podría ser diabético?. Que horror. Y que gracia me ha hecho que la cites. Ahora apenas la veo (ni sé si siguen dándola) y no me disgusta, pero es que esos capítulos me hacen verlo todo distinto. Algo se ha roto ajajajaja. Besos, y que sigas disfrutando de tus malotes ;)
ResponderEliminarP.D: Sólo volver a recordar Roma...que grande, grande, grande. Ni siquiera "Hispania" se le acerca :DD
A mí "Cómo conocí a vuestra madre" no me entretiene, sólo me hace reír de vez en cuando. He comprado dos temporadas y no pienso comprar más.
ResponderEliminar¿La pastelera? Qué tía más cursi, qué cosa más insoportable. A ningún chico puede gustarle alguien así, ¡dios!
Los malotes son lo más divertido, Explorador (en la tele, claro. En la vida... ya sabes).
P.D: Recordar Roma me hace querer volver a verla
Jo, pues sí que te gustan las series y el cine. Yo no compro ni las que me gustan... :) ¿Cómo puede gustarle a alguien esa tipa, sí? Si además es prepotente y redicha. En fin, no quiero recordarla más. Yo también quiero volver a esa Roma, en cuando tenga tiempo. Pero mi recomendación amable y sincera a que veas Hispania como sustitutivo sigue en pie ;PPP
ResponderEliminarSí, me gustan mucho las series. Y las compro porque me gusta tenerlas y hay capítulos inolvidables que repito sin problema. Me compro mis favoritas: Mad Men, Soprano, The Wire, The Shield, True Blood, Perdidos, Doctor en Alaska. Y el cine, también. Me encanta. ES raro que pase una semana sin ir. Eso, más mis clásicos, que también me gusta comprar. Hispania... es que creo que no puedo con ello, de verdad. No puedo
ResponderEliminarLos malos siempre mejores, nada tan esimulante como la ironía y el sarcasmo, pero en la tele que en la vida real, no veo con tanto aguante.
ResponderEliminarSí, Pilar, pero siempre mejor alguien con ironía y sarcasmo que un sosito, en la vida real y en la tele.
ResponderEliminar¿No?
Yo también me canso de muchas cosas. Por favor, no te canses tú de clavar estacas. ¡Tienes mucho trabajo! Y por una serie buena... Hay diez malas.
ResponderEliminarBesos.
Me encanta "The Vampire Diaries", y especialmente Damon. No se parece a ninguna otra serie de vampiros, aunque al principio parecía que iba a ser una copia de "Crepúsculo", pero nada que ver. Menos mal que pese a mis prejuicios, le di una oportunidad, porque ahora es una de las series con la que más disfruto.
ResponderEliminarSaludos
Igor, adopto tu consejo. ¿Estacas por clavar? Sí, quizá muchas. Me temo que hay demasiados vampiros (emocionales) sueltos.
ResponderEliminarMary-Chan a mí también me chifla. Me divierte mucho.
Gracias a los dos