"El niño no es tonto. Tú dices: qué bonito jersey... Y él oye: que te lo pases bien con mi ex, puta".
"Maquíllate, las drag-queen tienen una copa gratis".
Quien estas bellas palabras dice, cargadas de muy mala hostia, son las chicas de "Mujeres desesperadas", serie por la que he recuperado el placer.
Y mola.
Quizá caiga a veces en la tentación de ser una serie de personajes muy cerrados -la histérica, la neurótica, la ninfómana, la superficial, la estresada, el tío bueno, los gays...-, pero lo salva que todas las temporadas tienen una trama que subyace, que circula por debajo de los quehaceres cotidianos, y que mantiene el interés del espectador (yo). Otro de sus logros: el guión, chispeante. Ingenioso. Más: la estética.
Y el fundamental: es una serie con mucho sentimiento. Me encanta esa voz en off que resume el capítulo y une las tramas con un tema: la mentira, el dinero, el dolor... Además, esa voz está cargada de emotividad (es la amiga que se suicidó).
Pero lo mejor, lo mejor: el sentido del humor y que ellas, que son "oficialmente" ideales, son unas auténticas (zorras, perdón) manipuladoras. Todas. Y eso me divierte, que de eso se trata, ¿no?
Me gusta esta serie, engancha y te hace reír, aunque ha tenido momentos más buenos y momentos más flojos a lo largo de sus temporadas... Creo que me quedo con la primera, sin duda, pero del resto hay momentos brillantes. Tengo pendiente acabarme la quinta :-)
ResponderEliminar(por cierto, soy Marta, la de siempre, sólo que me cambié el nombre)
A mí tabién me gusta mucho, me parece muy meritorio que sea capaz de desarrollarse en un ambiente cotidiano y dar rienda suelta al ácido y a grandes temas que parecieran ocultos y que se vuelven transparentes.
ResponderEliminarHola, Marta. Sigues siendo más que bienvenida. Sí, es una serie buena, a mi modo de ver las cosas. Todas las temporadas tienen una trama que hace que veas un capítulo tras otro y luego tramas por capítulo que suelen ser muy interesantes, cotidianas, pero profundas.
ResponderEliminarExplorador, sí, el ambiente cotidiano para narrar cosas más intensas, para tocar temas más profundos... está muy bien.
Y no olvidemos uno de los grandes logros de la serie: el sentido del humor. Que es genial
Gracias, chicos
A diferencia de tí, compa Luisa, apenas sigo series (creo que lo he comentado ya en alguna ocasión); no dispongo de demasiado tiempo libre, y prefiero dedicarlo a otros menesteres (por ejemplo, éste en el que ahora me hallo...). Eso sí, he de reconocer que en algunas de las series de los últimos años, hay bastante más creatividad audiovisual que en buena parte del cine de ese mismo momento histórico. O sea, que entiendo perfectamente esa pasión que, últimamente, despiertan determinadas series (aunque también hay casos en que la excesiva mitificación de determinados productos me puede parecer excesiva; de todos modos, sin conocer el producto, prefiero ser prudente a la hora de lanzar apreciaciones de ese tipo). En fin, me alegro de que las disfrutes, y, a falta de visionado, aquí vengo, y, gracias a tu buena prosa, una cierta idea me hago de ellas.
ResponderEliminarUn abrazo y que tengas buena semana.
Bueno, me alegra que dediques parte de tu ocio a leer mi blog. Es más, me halaga.
ResponderEliminarGracias.
Nos seguimos viendo-leyendo-escribiendo
Un abrazo