Con su permiso, voy a escribir cuatro cosas con la única intención de mostrar y exhibir la foto que usted hizo ese día, 21 de mayo de 2009, y que me regaló a mí, como se ve aquí claramente.
Porque no sé qué va a pasar hoy ni puedo saberlo. Pero si está Morante... algo pasa, seguro. Y tú lo retratas, eso lo sabe hasta Nicolás, que ya va sabiéndolo todo, por algo tiene en los genes la agudeza de su madre y la inteligencia de su padre. Si además hereda la bondad de los dos... ese niño va a hacer historia.
Porque la vida a veces no es como uno quiere y los días, incluso éste de San Isidro, que tanto me gusta, se pueblan de sombras. Y él, y tú, con tu regalo de esta mañana, os empeñáis en llenarla de luces.
Porque esta foto, tamaño gigante, vigila mis sueños. Tanto es así, que esta noche, soñaba que lloraba, o lloraba mientras dormía y soñaba. No lo sé. Pero soñando, y de eso sí estoy segura, claro, porque ha sido un gran sueño, Morante ponía la mano en mi cabeza y me decía: "No llores más".
Ojalá hoy lloremos en la plaza, como lloró él el 21 de mayo de 2009. Como lloro ahora al acordarme. Y las lágrimas vayan acompañadas de sonrisas y oles. Se merece ese triunfo. Y yo, qué coño, me merezco esa alegría.
Gracias, Manon, porque sin saberlo me has alegrado la mañana. Gracias, Morante, por dejarnos soñar contigo.
Pues que sueñes sueños maravillosos, y se hagan realidad, en la medida de lo posible. Y que seas testiga de mucha magia.
ResponderEliminarUn abrazo :)
Buenas,
ResponderEliminarCurioso el mundo de los toros. Es o lo percibo como un paralelo en sí mismo. Un orden. Una monarquía antigua con sus ritos, sus dioses, sus añoranzas de arenas manchadas y sus príncipes, claro. Una mitología.
Luisa, ya sabes que yo ni fu ni fa, pero me llama la atención la liturgia. Y tu pasión, que se desborda más allá de las palabras, que se huele y se percibe, al igual que cuando se está enamorado.
Saludos. Suerte con la tarde. Qué sean briosos.
Ay, Explorador. Ay, Igor. Ay, de mí. Vaya tarde. Si no hay toro, nada vale. Vaya ganao que nos ha salido. No valía para nada. Poco ha podido hacer mi torero. Pero sí, he gozado. He ido a recibirlo (y me ha visto toa España en el Plus, me ha llamado mi padre, mis sobrinos..., en fin, no coment) y a despedirlo. Y mi sueño el de "no llores más" se ha medio cumplido. Al despedirlo le dije "no vengas más con ese ganao, Morante, si aquí te adoramos"... Y me ha mirado (pero no como decía la pava del anuncio al hablar de Mick Jagger) y acariciado la cara. Creo que he sido feliz. Morante, la próxima será.
ResponderEliminarIgor, es un rito precioso, antiguo. Se trata de vencer al miedo, burlarse de la muerte. Y mi pasión me desborda, eso me dicen, yo no me doy cuenta. Tú lo percibes. Qué le voy a hacer. Si no, no sería morantista, sería de Ponce. Y eso tiene que ser muy aburrido :)
Gracias a los 2