El blog de Luisa Tomás
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sábado, 23 de octubre de 2010
Mis tardes con Margueritte
Gracias a las últimas películas de las que he hablado aquí empezaba a sentir complejo de Pitufo Gruñón. Que lo soy, vale, pero también tengo mi lado bueno. Y la peli de hoy me lo ha despertado, y alimentado, y acentuado. Tanto que entre la peli y la luna estoy a punto de echarme a llorar. Más no me vencerás, histeria. 34 años llevo hollando esta tierra con mis ovarios en ristre como para no saber cuando las nostalgias y las penas del día a día se ven pronunciadas por una suerte de fatalidad que tiene un claro origen hormonal. ¿O quizá no? A lo mejor sólo estoy tristona porque tengo motivos para estarlo. Como los tengo para estar contenta. Vale, hoy vencen los primeros. Pero como dice mi adorada Escarlata O'Hara: "Mañana será otro día".
Y ahora al tema. He visto una peli preciosa: "Mis tardes con Margueritte" ("La tête en friche", escrita por Jean-Loup Dabadie y el director del film, Jean Becker, a partir de la novela homónima de Marie-Sabine Roger). Una conmovedora historia de amistad, de palabras, de literatura y de amor. De exclusión y prejuicios. De relación materno-filial, de desamor y frustración. Una historia humana. Bien contada. Bien narrada. Sencilla, sin florituras. Poética, hermosa.
La historia la protagoniza Germain (Gerard Depardieu), un hombre aparentemente embrutecido, prácticamente analfabeto, con una madre borracha que siempre lo despreció y una vida llena de tortura (se cuenta con estupendos flash-backs) y exclusión por su exceso de peso. Un día, en un parque, conoce a Margueritte (Gisèle Casadesus), una anciana encantadora, y su vida cambia. Ella le descubre la literatura, la magia de la palabra y va desenterrando la mente despierta e ingeniosa de este hombre, oculta y escondida por años de maltrato.
De forma paralela, se cuentan las pequeñas (grandes) historias cotidianas de los vecinos y amigos de Germain, su romance con una regordeta y simpaticona conductora de autobuses, la vida de la ancianita en su residencia... pero sobre todo se reflexiona, con mucho sentido del humor y extrema sensibilidad, sobre lo humano: la vejez, el amor, la amistad, el cariño, el rechazo...
Metáforas y versos para narrar un trozo de vida en apenas 90 minutos de metraje, una gran historia, humana, bella y a veces triste, contada sin recrearse en lo sórdido ni en el dolor, llena de esperanza y colores, de flores y de lucidez.
Sencilla, sin pretensiones en la puesta en escena, pero con bellos rincones, cuenta, sobre todo, el viaje interior de un hombre que estaba condenado a ser, desde su nacimiento, una especie de "tonto del pueblo", pero que va mostrando su lucidez, su inteligencia, su chispa..., gracias al acicate que supone en su vida la aparción de esta mujer.
No apta para pesimistas, para aquellos que piensan que todo en el mundo es mezquindad, la peli viene a decir que por mucho malo que haya en nuestra vida, siempre hay alguien que nos ama y a quien amar y que saca lo mejor de nosotros. Y si eso pasa, aunque sea al final del camino, esto de vivir vale la pena.
Y doy fe. A pesar de mi mal día.
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No he visto la película, pero disfruté el libro, que te recomiendo y gracias a tu critica (una buena crítica, seguro que no tienes fiebre, verdad) me hago un hueco en la agenda para verla.
ResponderEliminarGracias
Qué bueno, Pilar. No, no tengo fiebre, aunque parezca raro por mis dulces palabras... Je, je. No, estoy bien, y he salido encantada del cine. Merece la pena.
ResponderEliminarGracias por leerme, por pasar por aquí y participar tanto.
Abrazos cinéfilos
A mi me gusto mucho, no se si fue el SPM o que verdaderamente en el fondo soy algo merengue
ResponderEliminarUn besote
Te debo muchas vistas y besos Sorry
Habrá que tenerla en cuenta, que nos estábamos quedando sin pelis :D ¿Cómo se ha puesto Depardieu, no? Menudas exigencias de guión, siento ser banal, pero la foto me impactó. Y hoy será otro día, claro que sí ;)
ResponderEliminarCuarentañera... qué alegría. No, no me debes nada. ES un placer tenerte aquí.
ResponderEliminarGracias. Y sí, seguro que somos merengues las dos. Yo doy fe: lo soy.
Explrador... Depardieu se ha puesto como un tonel, sí. En la peli ha de estar rechoncho, vaya, pero en la vida real tampoco diría de él que es precisamente una sílfide.
Hoy es otro día.
Gracias
Abrazos
Me quedé con ganas de verla en el cine, después de leer lo que has escrito tengo aún más ganas de hacerlo. Porque este tipo de películas sencillas pero bien hechas que llegan hasta el fondo del alma son muy purificadoras, te devuelven la fe en el ser humano.
ResponderEliminarAunque no diga nada, sigo entrando por aquí siempre que escribes :-)
Un abrazo!!
Gracias, Atticus. Si puedes, no te la pierdas.
ResponderEliminarUn abrazo
Mmmmm me suena muchísimo el argumento a la otra peli de Jean Becker: "Conversaciones con mi Jardinero". Sólo que en vez de una vieja es un jardinero el que enseña cosas básicas de la vida, como la música a través de una serie de conversaciones. Se ve que le gusta el tema.
ResponderEliminarSaludos!
No conozco la peli que dices, Ethan, pero tomo nota.
ResponderEliminarGracias