El blog de Luisa Tomás
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lunes, 11 de octubre de 2010
"Abel", rollazo de Diego Luna
Si no fuera porque los dos niños son una monada, diría que lo mejor de "Abel" es que dura poco. La razón por la que vi ésta y no "Bright star", que es la que había previsto ver, es porque si veía "Bright star" no me daba a tiempo a pillarme el café en el Starbucks, porque empezaba a las ocho, así que pillé entrada para y cuarto y me metí con medio litro de café americano al cine, que es una de las cosas que más me gusta hacer en el mundo: ver una peli con café del Starbucks, ya que, en ocasiones, lo del café es lo único bueno (vale, sí, es un agua sucia y el Starbucks es una mierda, pero a mí me encanta, sabe a tarde de cine). En resumen, que no me despertaba mucho interés, pero si sólo viera las pelis que me despiertan interés a priori, vería cuatro al año, y eso no puede ser.
A pesar de que el apellido del productor –Malkovich– puede llamar vuestra atención cinéfila poderosamente, no caigáis en la trampa, por favor. La peli es una chorrada blanda que no se sostiene. La sinopsis viene a ser que un niño, Abel, muy rico, medio autista medio insomne, vuelve con su familia –pobre, claro, si no lloramos menos y eso no puede ser– para ver si puede vivir o no fuera del hospital. El niño asume la personalidad del cabeza de familia y se cree el padre de sus hemanos y el marido de su madre. Cuando el padre regresa, se desata el conflicto. Y es que parece que al niño le dio el desiquilibrio cuando el padre se piró a EE.UU a hacer fortuna y una familia en paralelo. Después de poner a su hermano pequeño (que él lo considera hijo) en peligro, vuelve a ser internado. Fin.
Mientras tanto, es decir, mientras sale y lo internan, vemos la vida de una familia mexicana sin recursos –drama– con un hijo enfermo –más drama–, un padre despreocupado e infiel –más aún– y, como contrapunto, la gracia que hace ver a un niño comportándose como un adulto y hablando como un adulto, que a mí, sinceramente, me hace poca. Aunque es que yo debo de ser muy seria, porque en la sala había público de carcajada fácil, de esos que no sonríen ni ríen levemente, sino de los que sueltan una risa ruidosa y obscena, como si quisieran compartirla y decir: "ya que hemos pagado ocho euros por ver esta mierda, vayámonos a casa diciendo que aunque la peli no cuenta nada, es graciosa, y el niño es una monada".
Personalísima visión del director Diego Luna y bla, bla, bla... dicen las críticas. Y tanto que personalísima. Sólo debe gustarle a él. Y mira que este chico me cae bien, y me parece buen actor (aunque me jodió su comentario antimadridista en la inauguración del Festival de San Sebastián: "este festival es tan perfecto que mañana va a venir aquí el Real Madrid a perder", dijo. Comentario desacertado y fuera de lugar. Y además el Madrid ganó). Pues eso, que tan desacertado como el comentario ha sido el planteamiento de esta peli. Además, estoy un poco cansada de este hiperrealismo doloroso, triste, gris y frío.
Para más inri, ayer, a eso de las seis, que yo llegaba de viaje, con la maleta en el portal, me llama mi amiga María del Mar: "Corre, vente a los Ideal, que está Benicio del Toro". "No puedo, estoy recién llegada, me pillas subiendo la escalera. Si voy, iré más tarde, a eso de las ocho, y a los de Plaza España, como siempre". Y así lo hice. Y yo también me encontré a un famoso: Amenábar. Que sí, que es muy listo y su cine mola un güevo, pero ya está. En cambio, Benicio del Toro es, a mi modo de ver las cosas, objeto de deseo de cualquier mujer heterosexual que se precie. En resumen, que ayer no era mi día. Sólo lo salvó el café. Y a esta entrada lo que la va a salvar es que paso de poner la foto del niño de "Abel", por mono que sea, y voy a poner a Benicio, en honor a María del Mar, que se lo encontró así, de sopetón (mucho mejor que encontrarse un billete de 500), y porque, qué coño, a mí me gusta mucho más.
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Luisa, no dejas títere con cabeza, no sabes la de tiempo y dinero que me estas ahorrando.
ResponderEliminarUn beso, y totalmente de acuerdo, Benicio está estupendo.
Me alegra saber que ahorras dinero gracias a mí. Y no, no soy muy de dejar cabezas si el títere no la merece.
ResponderEliminarY Benicio merece... no sé cómo decirte. Está como un queso.
Una peli que no quería ver, ahora la evitaré más aún. Esto es como un servicio al público, femenino, más aún, jejej. Si es que no se puede ir tanto al cine, que en cuanto te descuidas te dan gato por liebre. Y ufff, 8€. Yo suelo pagar 5, con un carné +26 y aún así me entra una mala leche cuando veo algunas...pues eso. Que lo siento.
ResponderEliminarP.D: Unas amigas tienen una foto con benicio. No es pa tanto... ;PPP
Un saludo ;)
Estimado Explorador: tienes razón. Es lo malo de ir tanto al cine. Lo veo todo, hasta lo malo. En Madrid, en fin de semana, los de VO, que son lo que frecuento, en la Plaza de los Cubos, son 8 eurazos del ala. Y cuando una ve estos bodrios, dice: más me valía habérmelos gastado un vino.
ResponderEliminarQué suerte tus amigas. ¿No es para tanto? ¿SEguro? Míralo bien y luego me cuentas :)
Bs