El blog de Luisa Tomás

El blog de Luisa Tomás

jueves, 12 de agosto de 2010

Gracias, capítulo 8


Retiro todo lo dicho. Retiro aquello de que la tercera de True Blood perdía intensidad, retiro eso de que el amor no existe y tonterías por el estilo. El amor existe y tiene forma de serie de vampiros. ¡Bendito sea el capítulo 8 de la tercera temporada! "Night on the Sun‎", queridísimos adictos al V, ha sido el capítulo que nos ha reconciliado con esta estupenda y divertida serie. Tanto, que casi me ha hecho olvidar los tropezones de la tercera y el hartazgo de la ménade en la segunda y me ha llevado a aquellos trepidantes capítulos de la primera. Sangre, sudor y lágrimas. ¿Alguien da más? Y si no has llegado al octavo y no quieres spóilers, no leas más, porque, desde aquí, no voy a tener piedad a la hora de destripar el capítulo, como Eric destripa a... Venga, por orden.
La cosa empieza con Sookie gritando espantada (a la pobre casi se la traga Bill, más vampiro que nunca, aunque luego le salva la vida) y, por tanto, rompiendo con Bill por enésima vez. A lo largo del capítulo, ambos, rotos por amor, se dedican a sus quehaceres: Sookie se despide el buenorro de Alcide y Bill entrena a una cada vez más seductora Jessica, que se niega a abandonar a su creador y pretende ayudarlo en todo. Por otro lado, tenemos a Eric metiéndosela doblada al rey de Mississipi y a éste preparando un ataque con hombres-lobo a la casa de Sookie. Los demás: Sam sigue intentando recuperar para una vida normal a su hermano (dentro de lo que un cambiante puede tener de vida normal), Jason ligando con la rara de Crystal y Arlene con su embarazo en ristre. Lafayette bregando con su madre y con su nuevo ligue y Tara hecha una histérica, queriendo acabar con Bill. Poco más.
Lo más interesante: Eric, mintiendo como sólo él sabe, consigue convencer al rey para que le deje entretener a Talbot, su histérico marido (descojonante esta parodia del matrimonio). Y al final... se la clava –la estaca–. Sí, después de unas escenas con un tono elevadísimo, Eric venga a su familia vikinga matando al marido del rey de Mississipi, que en ese momento andaba en medio de una cacería en casa de Sookie, pero, al sentir la muerte de Talbot... pues se pira, levitando, claro, que pa eso es un vampiro milenario.
Mientras Eric seducía y le endiñaba a Talbot, en Sookie's house la tragedia se esparcía en forma de sangre y vísceras por la cocina de la inolvidable abuelita de la nena: hombres-lobo con Debbie al mando vienen a por la chica de Bill, que se defiende como una jabata y que cuenta, además, con la impagable ayuda de Bill y Jessica, toda una máquina de matar. La que allí se monta es indescriptible. Al final, ganan los buenos, claro, pero lo mejor está por llegar: una habitación de adolescente cursi –la de Sookie– destrozada, con la puerta arrancada, todo por el suelo, sangre, unas tijeras que ella le clava a Debbie y su vampiro, rezumando sangre por la boca... I love you, Bill Compton, dice ella. I love you, Sookie. I'm sorry. Y a lo suyo, es decir, el sexo salvaje.
Fin.
Una pasada.
Lo mejor es que hemos vuelto a ver uno de esos capítulos de "True Blood" en los que de vez en cuando miras los minutos deseando que queden muchos. Uno de esos capítulos que no te dejan ni respirar y uno de esos capítulos estéticos: maravillosas las escenas de Jessica y Bill en casa de Bill, tan decadente, con ese sofá rojo, ella tan pálida... Qué bonito, por dios. Ah, impresionante ese striptease de Eric –la foto no da mucha calidad, son capturillas, pero, bueno, pa recordar... sirve).
Alan Ball, por dios, haz muchas temporadas.
Nos tienes locos.
Tanto, que hoy recupero este vídeo tan "sugerente". Pues así ha sido el capítulo 8 de la tercera, sugerente, trepidante, misterioso, bello... Ay (eso es un suspiro de amor... de amor por esta serie, claro).

7 comentarios:

  1. Tienes razon este capitulo ha sido fantastico, no le faltó de nada.
    Ahora toca esperar...
    Besines

    ResponderEliminar
  2. Una espera interminable. Cuento los días, 40ñera

    ResponderEliminar
  3. Me sigue pareciendo admirable, compa Luisa (eso sí, desde la ignorancia en la materia), la pasión con que glosas y comentas tus series favoritas. Y ésta, desde luego, se nota que ocupa lugar señero en tus preferencias. No me extrañaría que, con tan buenas explicaciones y tanto lujo de detalles, captaras a más de un adepto.

    Un abrazo y buen fin de semana.

    ResponderEliminar
  4. Menos mal que aún no he visto ni un solo capitulo, porque me temo que necesito un fin de semana sola y con mucho chocolate para soportarlo, mientras te leo y me regocijo pensando en ello.

    Besos

    ResponderEliminar
  5. Manuel, qué amables y generosas son tus palabras. Te animo a que seas un adepto de esta serie. No sé si te llegará a apasionar, pero la diversión está asegurada.
    Pilar, con chocolate o sin él, no te la pierdas. La primera temporada se ve de un tirón tan divinamente.
    Abrazos a ambos y mil gracias

    ResponderEliminar
  6. La gracia de los vampiros engancha y emociona...ya lo creo.

    Un beso

    ResponderEliminar
  7. Engancha mucho, Juank. Ya lo creo. Gracias

    ResponderEliminar