El blog de Luisa Tomás
El blog de Luisa Tomás
jueves, 26 de agosto de 2010
Una de besos
"Culpo a Iker Casillas de mis altas expectativas en cuanto a besos inesperados". Ése era el grupo de facebook, y tardé en darle al "unirme" cero coma nanosegundos. Y es que ese chico le ha hecho mucho bien a nuestra vida afectiva y sexual, así, en general, además de a la selección española, a su sagrado equipo y al fútbol en general. Aplastados por este ataque insoportable de corrección, habíamos sucumbido a la tentación del qué dirán y nos habíamos guardado los besos, si los había, para el ámbito privado, que no está mal, y es ahí donde deben expandirse. Pero no me digáis que no tiene gracia un beso así, de sopetón. Pues fue darlo Iker Casillas a la envidiada y hermosísima Sara Carbonero y empezar a extenderse esta epidemia como la peste. Y todos tan contentos. "Total, si lo hace un campeón del mundo, por qué no voy a hacerlo yo", dicen ellos, tan hombretones, abrazados a su cerveza. Desde entonces hasta ahora, no voy a decir que mi cuenta de besos haya crecido desorbitadamente, pero sí que me he llevado alguno así, casi sin venir a cuento, para mayor sorpresa de mi asustadizo corazón y para mayor regocijo de los espectadores del momento.
Tampoco es cuestión de ponerse a explicarlos, pero el que más gracia me ha hecho de todos fue uno que nació de una conversación pedante a las seis de la mañana. Yo trataba de convencer a un amigo de mis aptitudes como profesora de latín. "Si quieres aprender latín, dímelo". Y juro que el sentido era literal y único, jamás figurado o doble. Seguí con mi charla -a los dos nos gusta Roma, los romanos y nos pone mucho el rollo de Julio César- y le expliqué en dos minutos, mientras un montón de gente a nuestro alrededor bailaba salsa en el único garito que quedaba abierto, los participios presentes y pasivos usando el verbo modelo amo, amas, amare, amaui, amatum.
No había llegado al acusativo plural de amatus, amata, amatum cuando mi improvisado alumno me lanzó un semimordisco al cuello.
"Te has pasado -dije airada-. Si fuera tu profesora de latín te suspendería".
"Si fueras mi profesora de latín, el latín dejaría de ser una lengua muerta", espetó él, todo vulgar.
No hay manera. Así jamás aprenderás a declinar, chaval.
Cambiemos de tercio y vayamos a los besos de otros, que también están dando que hablar. Uno de los mejores besos del verano (el de Iker y Sara no cuenta, ése será el mejor del año, de la década y quizá del siglo, quién sabe) ha sido el de Sookie y Eric. ¡Por fin! Ha habido que esperar hasta el capítulo diez de la tercera temporada... Pero, ¿era inesperado? Sí, Sookie acababa de reconciliarse con Bill... pero la pobre, aunque lo disimule, llevaba dos temporadas esperando este momentazo.
Primero en el minuto 34, ella, de nuevo, sueña con él. Me encanta. Ella dice algo así como "sé que esto es un sueño" y él dice "deberías disfrutarlo entonces". Qué bueno es el jodido vikingo. Pero luego viene la realidad, y es, para mí, uno de los momentazos de la serie: "Hay fuerzas más allá de mi control. Si llegase a morir sin ni siquiera haberte besado, Sookie Stackhouse, sería algo de lo que me arrepentiría", dice él con una mirada que quita el hipo. "¿Por qué esto suena como si estuvieses despidiéndote de mí?", pregunta, ingenua Sookie. "Porque lo estoy haciendo". Y hala, ancha es Castilla para Sookie y Eric. Pobre Bill, no sé cómo llevarán los cuernos los vampiros. Ya veremos en breve. Faltan cuatro días para el siguiente capítulo.
Que por qué este ataque de ternura, de repente, en el blog. Yo qué sé. No hay que buscar explicación a todo. Si lo hiciésemos, la mayoría de los besos no tendrían sentido. Y no podemos permitirnos ese lujo.
Etiquetas:
beso,
bill compton,
eric,
estados de ánimo,
iker casillas,
sara carbonero,
serie,
series,
sookie Stackhouse,
the vampire diaries,
true blood,
vampiro
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Estamos en...
Lo pensaré mañana by Luisa Tomás is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 España License.
Los besos saben mejor así de improviso, sobre todo si son de un alto vikingo Dios mi chico mme mata si se entera pero es que me vuelve loca, jajaja!!!!
ResponderEliminarMuchos besos los mios sin sentio y menos apasionados.
Besos también pa ti, 40añera. Qué veranito nos está dando el vikingo... Gensanta!
ResponderEliminarAyy!! Me ha encantado la escena del beso, o más bien de los besos, porque vaya filete que se pegan. En esa pareja si que hay feeling. Aunque el final me ha sorprendido bastante, no me lo esperaba.
ResponderEliminarSaludos!
No es por Sookie, es por Eric. Por eso saltan las chispas. El final nos ha dejado en ascuas, ya falta menos para saber qué pasa.
ResponderEliminarGracias y abrazos