El blog de Luisa Tomás

El blog de Luisa Tomás

jueves, 9 de diciembre de 2010

De nuevo batiburrillo y otra pasión confesable



En este momento me declaro insuficiente: no doy más de sí, ni para series, ni para cine, ni para trabajos, ni para relatos, ni para cenas-citas-reuniones prenavideñas, portadas y diseños varios, clases, ideas y guiones que no acaban de coger forma. Lejos de deprimirme, el exceso de actividad me hace crecerme, pero también temo que esté abandonando un poco este rincón en la blogosfera que tanto me gusta y tanto me aporta –lo mejor, los lectores, Igor, Explorador, Pilar..., ellos son el verdadero motivo, la razón de ser de esta comunicación que pasaría a ser unilateral si optaran por su silencio o su ausencia–.

Así, entre página y página de esta devastadora jornada labor
al de hoy, pospuente brutal, me escapo a las querencias cibernéticas para asomarme a esta ventana y decir que sigo viva. Que me emocionó Vargas Llosa al recibir el Nobel y que el dopping en los deportistas, incluida Marta Domínguez, me deja sin frío ni calor y no me importa demasiado mientras no sea Casillas –lo siento, si también me preocupara por eso no me daría un respiro–. También que me da mucho repelús el portavoz este de los controladores que va de pijo guapete, que te llevo un finde a Londres y a cenar a un sitio chachi que pa eso soy rubio y controlador y estoy superbueno, o sea, ¿no? Ah, y también que me entretiene más el peor capítulo de "Los Tudor" que la interpretación de los analistas y tertulianos varios sobre las elecciones catalanas, el Wikileaks y demás puntos de la candente actualidad.

Tirando de vaguería y falta de tiempo –maldigo los relojes–, he echado la vista atrás para recuperar una vieja entrada, pero esa carta me la guardaré en mi manguita francesa para el fin de semana y hoy tiraré de regañina contra mi yo cibernético. ¿Cómo es posible, Luisa de mis entretelas, que en más de un año de blog no hayas hablado de uno de tus puntos fuertes (paso de llamarlo debilidad)? ¿Cómo es posible, Luisa, que eligieras ese nombre por uno de sus personajes femeninos y aún no le hayas dedicado una entrada? ¿Cómo te atreves, Luisa, a no haber confesado que sus novelas te encantan y que ahora que ya no las escribe las echas de menos? ¿Que la culpa te atenaza cuando piensas que llevas tanto sin leerlo? ¿Por qué jamás has hablado de Javier Marías?

La verdad, no lo sé. Supongo que me da respeto.
Me gusta tanto cómo escribe, lo que piensa y escribe sobre el propio acto de escribir y contar, que temo meter la pata cada vez que lo nombro. “No debería uno contar nunca nada, ni dar datos ni aportar historias ni hacer que la gente recuerde a seres que jamás han existido ni pisado la tierra o cruzado el mundo, o que sí pasaron pero estaban ya medio a salvo en el tuerto e inseguro olvido”. Así empieza una de mis novelas favoritas de todos los tiempos, "Tu rostro mañana", y sólo esa frase da para pensar, escribir o callar, a veces lo más prudente, que es lo que yo voy a hacer ahora, pero con otra frase suya: ..."que no hay pena ni lágrimas porque si las hay, no hay silencio o, si no, aparece únicamente más tarde. Mañana en la batalla piensa en mí y caiga tu espada sin filo: desespera y muere".

Siempre evocador, medido, envolvente, profundo... Te quiero, Javierito. Y te debo una (entrada, se entiende).

16 comentarios:

  1. Creo amiga que todos andamos por el estilo yo vengo a pedirte disculpas por ausencias que son muchas y a dejarte besos en reserva pero juro que pasaré más a menudo
    Beesos

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  2. Manon, por Dios, dilo tú.

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  3. Javier Marias ¿eh? Somos muchos quienes nos tenemos que conformar con sus artículos que saben a poco.
    Un beso superestresada.

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  4. Si no he entendido mal, Marías propone:
    “No debería uno blablablar nunca nada, ni blablablar datos ni blablablar historias ni blablablar que la gente recuerde a seres que jamás han blablablado ni blablablado la tierra o blablablado el mundo, o que sí pasaron pero estaban ya medio a salvo en el blablablado e inblablablado olvido”.

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  5. 40ñera, no me debes nada. Echo en falta tus presencias, pero siempre vuelves, y es un placer.

    Javier, ¿Manon?

    Pilar, A mí sus artículos no me seducen del todo, pero me encantan sus novelas

    Javier, no entiendo lo que dices, sorry

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  6. jijijiji. Si ya lo has dicho tú, Javier. Está perfecto.

    ¿"Te quiero Javierito"? Luisa, ya te vale.

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  7. No sé si estará perfecto, pero está dicho en un idioma que sólo conocéis vosotros. Yo no lo entiendo, de verdad.
    Sí, a Javier Marías lo quiero desde hace mucho. Desde Corazón tan blanco, el primero que leí de él, que no el primero suyo, que también me gusta mucho, Los dominios del lobo. Ya sabes que con Javierito tengo cuerda para rato

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  8. Sí lo entiendes y está bien claro. ¡Anda que no le sobran palabras a "Your face tomorrow". Por lo menos un par de volúmenes.

    Y los artículos de Marías son de un señor mayor y cascarrabias. Como los dos abuelos del palco de Barrio Sésamo.

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  9. A tu rostro mañana no le sobra nada de nada. Otra cosa es que no te guste su narrativa, pero es una gran novela.
    En cuanto a los artículos, te doy un poco la razón: está hecho un gruñón. Debería volver a la novela

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  10. Hola Luisa,
    Me pasan cosas como a tí. Asomarse es buscar a los otros, expresarse, como siempre hemos hecho.
    También yo te voy a contar un secreto: no he leído nada de Javier Marías. Un día me lo encontré en la cafetería del tren hacia valencia, dejando atrás, veloces, un paisaje soberbio y bello, la huerta valenciana. ¿Quién era ese tipo bajito, más que yo, que es mucho hablar, al fondo de la cafetería, escondiéndose de los otros, agazapado, con ganas de acabar el café y volver a su silla donde nadie le diría nada? Javier Marías. Me dio una impresión extraña, pero potente, la prueba es el recuerdo.
    Te haré caso. Cosas del destino, ayer pensé que debería acercarme a su obra.
    Maldijo los relojes. Hay dos cosas finitas: el tiempo y nuestras energías.

    Y hay una cosa de la que me encantaría que un día hablaras: el tequila.

    Un beso muy fuerte,

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  11. Hola, Igor, qué bien tenerte otra vez por aquí. Javier Marías es un tipo extraño. En numerosas ocasiones he ido a firmas de libros, a presentaciones... y conmigo siemlpre ha sido amable. También es cierto que en las pocas palabras que he podido cruzar con él, aunque prudente, siempre me he mostrado entusiasta con su obra, y eso creo que le halaga. A todos nos gusta que hablen bien de lo que hacemos.
    Te animo a leer una novela de él. Los artículos no dicen nada de él como novelista, y resulta demasiado gruñón. Empezaría por Corazón tan blanco o Todas las almas. Ambas maravillosas.
    ¿Tequila?
    Si yo te contara...
    Me encanta. Tiene un punto divertidísimo al segundo chupito de reposado o al tercer margarita.
    ¿Un post sobre tequila?
    Igual me tomo un par de ellos y me sale con más soltura.
    Otro beso para ti

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  12. Luisa, no he leído nada de este autor, pero a raíz de tu entrada, he investigado el argumento de "Corazón tan blanco" y me han entrado tanas de leerlo. Supongo que lo recomiendas.
    Un abrazo!

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  13. Es algo más que recomendar, Pilar. Te "ruego" que lo leas. ES maravilloso.
    Gracias
    Un abrazo

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  14. El discurso de Vargas Llosa fue maravilloso :) y de Javier Marías, me gustan sus artículos, pero creo que crece en sus novelas, no sé por que me da esa impresión. Tengo ahí "Tu rostro mañana", para cuando tenga más tiempo. Y para cuando la actualidad, de nuevo, sature y abrume.

    Un beso, y a seguir, poquito a poquito se hace el caminito y no pasa nada si hay épocas más apuradas de tiempo. Te esperaremos :)

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  15. Jeje... Luisa, debes haber pensado en otra persona al contestarme. No me llamo Pilar :-))
    Gracias por ese "ruego", ahora no me queda más remedio que leer el libro :-)
    Besos!

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  16. Explorador... la diferencia entre artículos y novelas de Javier Marías es abismal. Para mí es un gran novelista. Como articulista, creo que a veces deja mucho que desear.

    Dona, perdóname. A veces se me va la pinza, como bien has comprobado

    Bs a los 2
    Gracias

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