El blog de Luisa Tomás

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miércoles, 9 de febrero de 2011

Seven Nights to Rock


Seven Nights to Rock. Así es la vida cuando sonríe (la vida, quiero decir. O no, o tal vez viceversa).

Se sorprendió a sí misma escribiendo ese sinsentido en su "estado" de Facebook. En realidad nadie, salvo ella, sabía qué quería decir esa frase tan absurda. Siete noches para el rock and roll: con él la semana había dejado de ser un cúmulo de horas y franjas grises, la sucesión de trabajo, descanso, ocio. La rueda cansina y agónica del tiempo y las rutinas.

Así es la vida cuando sonríe. Porque si la vida sonríe es más vida y aleja el llanto, y la vida nace cuando él sonríe. Y viceversa.

Caminando a su lado, la ciudad parecía rendirse a sus pies. Su tacto, su olor, su tabaco, devolvían a sus más de 30 bien cumplidos una pulsión casi adolescente que incluso la ruborizaba. "¿Nos fugamos?". Y en esa pregunta sin respuesta habitaba a la vez un eco que le presionaba dulcemente el estómago y que descendía, como la yema de los dedos de él, hasta el ombligo, describiendo un camino de piel y tersura. Blanco. Levemente interrumpido por pequeños besos, imperceptibles para el aire de tan suyos como eran, de los dos.

A veces jugaba a mirarlos desde fuera. Como si ella no fuera ella o pudiera desdoblarse, desnudarse de la emoción o escaparse de su cuerpo y de su mente. Observarse a sí misma desde arriba, desde una perspectiva ajena, y a él con ella. Entonces, vistos así, ese tipo de la camiseta negra y la tía de las botas altas que estaba a su lado le parecían los protagonistas de una canción de Bruce Springsteen. Compartían el humo y la risa y una especie de ansiedad por abrazarse.

Si alguien se lo hubiera pedido, sus defectos, los de ella, él los habría enumerado en un soneto como virtudes:
"Vehemente, muy terca e intolerante,
por macarra me ha puesto en un aprieto,
si se enfada, aun con mi hermoso soneto,
pobre del que pille por delante"...
Los suyos, los de él, los defectos, ella se los recordaba en besos. Los versos
-pensaba- ya estaban en su boca. Por eso, la enmarcaba con sus manos, y apretaba cada lado de su cara con cariño, mientras le regañaba por su cabezonería, su dejadez con el móvil o su aparente olvido.

Y en lugar de comas, enumeraba con besos. Y entonces el beso, y el reproche, quedaban protegidos por las manos, que permanecían en la cara de él y ocultaban sus labios al resto del mundo. Y los dedos se deslizaban hacia la barbilla, como si quisieran acariciar el momento, rozando, confundidos, una boca y la otra. Y las comas -perdón, los besos- pasaban a ser... puntos suspensivos.

...
Abre paréntesis. El silencio inundó su salón: el CD de Bruce Springsteen* había terminado. La ausencia de su voz (de la del Boss y la de él, que nunca llamaba) la devolvió al tiempo real y la sacó del recuerdo de la noche anterior, aún tan cálido. Dejó de verse a sí misma -y con él- desde fuera, dejó de analizarse y describirse, de mirarse y juzgarse y decidió sólo sentirse. Cerró el Facebook, tan absurdo a veces, o siempre, y echó de menos su tibieza.

"I love you, honey". Escribió en un sms. Enviar. Él, que nunca contestaba a los mensajes, recibió ese bip-bip en su teléfono móvil con cierta alegría, ya que anunciaba el nombre de ella. Leer. Sonrió.
"Yo a ti también", dijo para sí. Pero no contestó. Dos puntos: los reproches con besos en lugar de comas tenían su punto.Y aparte. Cierra paréntesis.
Punto final.

P.D.: A veces, las historias de las canciones de Bruce Springsteen están a la vuelta de la esquina. O un poco más arriba. Pero justo al lado, dando un paseo.

P.D.2: Las hay más románticas, pero la que toca es Seven Nights to Rock, por alusiones. Y no, no es de Bruce y no me acuerdo de quién es ni pienso parar a buscarlo ahora, pero yo la conocí cantada por el Boss y para mí es suya aunque la inventara otro. Es algo así como si alguien tratara de convencerme de que mi madre no inventó el amor. Lo descubrí con ella. Ergo...



*
-Creo que le gustas a ésa. Te mira mucho.
-¿Celosa?
-Sabes que no. Voy sobrada de ego.
-¿Y tú? No. La verdad es que tampoco tengo motivos. Pero has de saber que el otro día, ver cantar a ******, me pareció casi orgásmico. ¿Celosa ahora?
-No, ni lo más mínimo, pero has de saber que...
-¿Qué?
-Que ver a Bruce Springsteen es algo casi sexual.

8 comentarios:

  1. Esto... ¿Enamorada? O Literariamente enamorada. Porque tras leer con que sutilidad mezclada con ginebra de realismo, describes el amor, me parece que esto no te los inventado, que lo transcribes. Y disculpa la intromisión en lo íntimo, pero es que ¡se me ha hecho muy real, muy cercano!
    Pues eso. El fragmento de "¿Nos fugamos?" me ha parecido una filigrana, una flor. Y, qué extraño, a ti, que no te conozco, es como si te hubiera visto, en la realidad. Será literatura...

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  2. No voy a ir en plan "famosa en el aeropuerto" diciendo "yo no hablo de mi vida privada y no sé qué, no sé cuántas"... Lo escrito, escrito está. Sea leído e interpretado libremente.
    El fragmento de "¿nos fugamos?"... Ummm. No sé qué decir...
    ¿Como si me hubieras visto? Quién sabe.

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  3. Que te caaaalleeeees Karmeeeeleeeeeee, deja a Luisa contestar, que está a punto... ;PPP es broma, obviamente, me hizo gracia lo de la famosa en el aeropuerto :DD

    A mi Springsteen me resulta, más que orgásmico, energético, es capaz de recargar las pilas y de hacer afrontar las cosas con el optimismo de quien sabe de que todo está en sus manos. Como también lo transmite tu escrito. Espero que el viaje fuera fantástico.

    Saludos :)

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  4. Sí, sí, con gorrita y gafas de sol, Explorador. Como la Jurado, que en gloria esté, cuando llegaba a Sevilla y decía en Santa Justa "no cojo más nunca el AVE". y un montón de paparazzis preguntándole por Antonio David...
    En fin.
    A mí Springsteen me gusta hasta decir basta. Cree tanto en lo que hace que te transmite su entusiasmo. ES genial.
    El viaje fue estupendo.
    Gracias.
    Abrazo

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  5. Suele decirse que no hay nada que entusiasme tanto como el propio entusiasmo. Y es una gran verdad, me parece ;) Abrazo

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  6. Lo es, sí. Mira, el entusiasmo es algo que hoy por aquí no anda. Como decía mi dorada Escarlata: "Mañana será otro día".
    Abrazo

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  7. Bueno, tengo una foto tuya.... Noooo...
    De todos modos, me entusiasmo cuando hablas del amor. El mundo parece un pelín más hermoso, las tardes más bellas.

    De Springsteen. Me gusta mucho el "Born to Run", para mí, uno de los mejores discos de siempre. Energético, como dice Explorador, también lírico, desesperado..
    Saludos.

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  8. Bueno, algún cacho hay por ahí por el blog, pero difícil recomponerme.
    Me encanta que te entusiasmes. Supongo que yo me entusiasmo al hablar de amor. Y sí, con el amor el mundo es más hermoso, pero el amor no abunda. De hecho, a puntito he estado hoy de suprimir esta entrada, pero lo hecho, hecho está, claro.

    De Springsteen... me gustan hasta los andares.
    Bs

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