El blog de Luisa Tomás

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viernes, 16 de septiembre de 2011

Cuento de las poesías perdidas


Aquella noche de luna llena, La Bruja de las Palabras se abrió el pecho, arrancó un trozo de su corazón, lo modeló y lo envió al viento en forma de poesía. Luego, mecida por la oscuridad y el silencio, se entregó al sueño. Y a su alma llegaron hadas que le decían que aquellas palabras habían atravesado montañas y sobrevolado ríos hasta clavarse como una daga de plata en el alma del viento. Y que éste, henchido de emoción, las había convertido en eco. Y con él resonarían el resto de sus días, hasta el fin de los tiempos.

El amanecer llevó al Castillo de La Bruja de las Palabras un frío despertar y una realidad de hielo afilado: sus palabras habían caído al abismo del olvido. Presa de la desesperación, se arrancó el corazón que le quedaba, lo hizo pedazos y lo guardó en una caja de oro cuya llave arrojó al foso. Envueltos en lágrimas, sus ojos vieron a la llave hundirse en el lodo y la podredumbre.

La tarde trajo a su desolada ventana aromas del otoño de la mano del murmullo del viento: "No habitan en mí los versos que me regala esa boca", le dijo indolente.

Desposeída de latido, La Bruja vivió en su castillo condenada a la soledad y a un frío que le calaba hasta los huesos. Vestida de negro, en las noches de invierno, mientras escribe poesías que luego arroja el fuego, La Bruja de las Palabras se mira al espejo y se recuerda a sí misma, que aun roto en pedazos y encerrado en una caja, su corazón sigue siendo el más hermoso del mundo.

4 comentarios:

  1. Ay, cómo me gustan las leyendas. Acabas de certificar mediante post el destino de muchas de las palabras que vuela al viento y caen en los fosos, múltiples del olvido. Hermosa parábola que no caerá en el olvido.
    Besos.

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  2. tus palabras aquí también resuenan siempre con fuerza.
    Abrazos

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  3. Quizás debería la bruja saber que no todas las palabras vuelven, algunas se enrraizan en otras tierras y allí florecen.

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  4. QUe así sea, Pilar
    Mil gracias
    Un abrazo

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