El blog de Luisa Tomás

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martes, 6 de julio de 2010

"Mujeres en El Cairo"


Independientemente de mi reconocida pasión por Egipto, esta peli hay que verla no porque sea una gran película ni cuente una gran historia, sino porque está hecha allí. En Egipto. Y eso es ya interesante de por sí. La peli, sin grandes pretensiones, plantea la historia de una liberadísima y moderna periodista que vive en El Cairo más chic –nada de suburbios, la tía compra en Chanel– y está casada con otro poderoso y moderno periodista que empieza a ascender. En el ascenso de él se incluye como exigencia que ella baje el tono crítico del programa que tiene en la televisión. Ella, maquillada de YSL, vestida de Versace, acepta. Se somete. Y empieza a hacer un programa de testimonios al que van varias mujeres a contar su historia. Su drama. Sin darse cuenta, la crítica que se extrae de las vivencias de estas mujeres es mucho más poderosa y honda que la que ella venía haciendo hasta ahora.
La peli es sencilla en las formas, en la narración. No necesita mucho más. Pero hay que tener cuidado a la hora de tratar algunos temas, y más si miramos al patio, al nuestro y al ajeno, que anda calentito.

No me voy a poner aquí a debatir sobre el velo ni nada parecido –es un debate tan largo que necesitamos un blog sólo para eso–, pero sí quiero destacar cómo las llamadas feministas occidentales se están poniendo al lado de la derecha más rancia para censurar (y hasta prohibir) en países democráticos y aconfesionales, como el nuestro, que las mujeres lleven, si lo desean, este símbolo religioso. El burka es harina de otro costal (aun así, creo que no debería prohibirse. Lo que no quiere decir –seamos sensatos– que me guste). Ahora bien, la peli no está hecha aquí. Está hecha en El Cairo –y juro que allí he visto chicas en vaqueros y tirantes y mujeres tapadas de arriba abajo, ojos y manos incluidos– y la postura del realizador, en principio, parece contraria al velo, pero no al velo de tela: es un velo mucho más profundo, es un velo emocional, hasta intelectual. Y la que lo lleva encasquetado de arriba abajo es precisamente la que en un principio se presenta como más liberada. Es un tema delicado. Complejo (hay que entender que hay quien lleva velo por convicción religiosa y en su derecho está, que hay quien lo lleva como reivindicación y hay quien lo lleva por obligación, y por costumbre, y por hábito... o por lo que sea). Es un tema con el que no se puede frivolizar y sí intentar comprender y sobre todo no opinar por opinar. Baste recordar que hablamos de miles de mujeres, de seres humanos, que poco parecen importarle a casi nadie. De hecho, aquí, en España, a veces ciertas actitudes que llevan la progresía por bandera, o el feminismo por emblema, se acaban fundiendo con la xenofobia. Por eso está bien ver esta peli y ver cómo pasan las cosas en el origen de las mismas; no sólo opinar con la tranquilidad que nos da el sofá de casa. En ese sentido, la peli se convierte en necesaria.

Podría enrollarme mucho más y destacar cómo la peli habla, principalmente, de mujeres acomodadas, de clase media-alta e incluso altísima: mujeres guapas, acomodadas... (las más "pobres" son tres hermanas que han heredado una tienda a la muerte de su padre, pero tienen el sustento resuelto). No "baja" a las campesinas, por ejemplo. Quizá es que a ellas ciertos asuntos no les toquen ni de refilón. Bastante tienen con sobrevivir.

En fin, que es interesante verla. Es un dramón descarnado. Un cúmulo de despropósitos que se dan en El Cairo y también en el portal de al lado, y en el nuestro propio. Porque no hay que olvidar que la peli no habla de religión –ni de geografía, no se dice que el hecho de que una mujer renuncie a sus sueños por su marido sea algo típicamente cairota. Es más bien mundial–, sino de desigualdad, machismo e injusticia. Y de eso hay en todos los lados (sí, ya sé que en unos más que en otros, pero se da. No busquéis mucho si no queréis encontrar).

9 comentarios:

  1. Tema peliagudo compañera ya que no hablamos de un adorno o complemento que sería para una mujer occidental.
    La película no la he visto pero lo haré, gracias por tu recomendación, encuanto a lo otro tendriamos que dejar de prohibir las cosas y pensar que mi libertad termina donde empieza la tuya.
    En el tema de las mujeres musumanas yo espero que sean ellas las que inicien esa revolución pendiente
    Un beso

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  2. Delicado, sí, mucho. ES una mezcla de muchas cosas. Hay que ser, sobre todo, respetuosos.
    Gracias, 40añera

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  3. Hola,
    Gracias por la recomendación y por este post que a uno le entran ganas de hacer las maletas. No viajo casi nunca, quizás por eso El Cairo me parece una ciudad-mito.
    Buena refelxión, delicada, sobre el burka, etc. Mi opinión es que cada uno vaya como mejor le parezca respetando unas mínimas normas comunes, aunque mi opinión sobre el burka es diferente.
    Saludos.

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  4. Magnífica reseña, compa Luisa, sobre un tema más que interesante, y que, como bien señalas, da para reflexiones de una profundidad y un calado que se escapan de lo que puede ser el ámbito habitual (o esperable) de estos inventos "blogueriles". La película al hilo de la cual tejes tu reflexión me encantaría verla, pero, como bien puedes suponer, en mi "pueblecito", pelis de este corte no llegan a las salas comerciales ni por un error de empaquetado, así que habrá que esperar a los formatos domésticos.

    Un fuerte abrazo y que tengas buena tarde.

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  5. Gracias, Igor. Gracias, Manuel.
    Si tenéis la oportunidad de verla, no os la perdáis.
    En cuanto a los temas sobre los que paso, muy por encima, son complejos, difíciles. Y para hablar de ellos, opinar, sólo hay que tener sensatez, buena voluntad. Hablamos de seres humanos.
    Buen fin de semana a los 2
    Bs

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  6. Me apetece ver esta peli, la tengo apuntada.
    En cuanto al tema del velo...Demasiado complejo. Lo único que me gustaría destacar es que en un país como el nuestro, escribo desde España, deberían prevalecer derechos tan fundamentales como el derecho a la libertad individual, a la educación y a la libertad religiosa ante correcciones políticas de cara a la galería. Demasiada hipocresía.

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  7. Demasiada hipocresía. Y demasiados velos mentales.

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  8. Un velo me tenían que haber puesto para ver la peli. Luisa Tomás, Luisa Tomás, que te ciega la pasión. La película es un soberano tostón que lo mismo podía haberse rodado en El Cairo que en Vallecas. Ay, que esta me la has colao.

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  9. ay, manon, manon. Ya siento que no te haya gustao. Si es mía la culpa de que hayas ido... al regresar te invito a unas cerves y te cuento que ahora, por ejemplo, me voy a la playa, donde, en cuanto salgo de la parte "acotada" por el hotel, soy de las pocas mujeres que pasan de los 20 y no se bañan con velo y tapadas de arriba abajo.
    Bs, y ya siento "habértela colao", hermoso

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